En busca del toro.

La bestia nunca se ha perdido. ¿Qué caso tiene buscarla? Si el arriero no la encuentra es porque ha violentado su propia naturaleza. El engaño del sentido lo ha apartado del sendero. Su hogar va quedando más y más lejos; sus pasos se confunden en las encrucijadas. Anhelo de truinfo, temor de fracaso, queman como el fuego; el bien y el mal se acuchillan.

Descarriado en solelades, abriendo la espesura, busco sin cesar.
Conozco los ríos sin nombre, los montes remotos,
la vereda interminable.
Agoto mi fuerza, desespero, no sé a dónde voy.
Solamente oigo a las cigarras que cantan de noche en el bosque.



tinta / papel
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